"En general, nada es lo que parece" (A. N. Choa)

domingo, 21 de agosto de 2011

25 - Desfasaje

Me senté en la silla de lona azul, no por responder a la invitación de Anchoa, sino porque estaba agitado y con la cintura a la miseria, después de la travesía que acababa de hacer.
Me invadía una ofuscación provocada en parte porque no había podido averiguar nada nuevo en el callejón de atrás del bar, y en parte porque estaba empezando a sospechar que el detective me había mandado a seguir por el perro.

Candela se acercó a la mesa y me preguntó si iba a tomar algo
-Sí, Señorita.Tráigame una Hesperidina. Doble. Y sin hielo.
-¡Dale!, me contestó. Dió media vuelta y se sumergió en la semipenumbra del bar
Anchoa levantó las cejas, y mientras encendía un pucho me dijo, entrecerrando los ojos:
-Parece que necesita entonarse
-Estoy un poco mal de la garganta, le mentí, carraspeando
-Claro, me imagino.

Decidí no contarle nada de lo que había estado haciendo en los últimos minutos, para ver hasta donde llegaba su capacidad deductiva. Por su mirada escrutadora de suricata me daba cuenta de que el cerebro le estaba funcionando a todo trapo.
Me imaginé que si prestaba atención al polvo que todavía tenía depositado en el traje, a pesar de mis intentos por sacudírmelo, sumado al hecho de que posiblemente me hubiera visto salir por la puerta de la calesita, podría concluir que había llegado caminando por el costado de la vía.
Es más: pensé que si había reparado en el tajo que tenía en la espalda del saco, tal vez lograría deducir que había llegado a la vía del tren pasando a través del alambrado roto que hay en el fondo del callejón.

Pero Anchoa no me dejó avanzar más en mis suposiciones, y me espetó, lo más tranquilo:
- Tordo: ¿No le parece que ya está grande para andar en cuatro patas husmeando por abajo del portón?
- ¡Me recontracachendié! ¡El perro le buchoneó!
- ¡No sea fantasioso, hombre!. Con mirarle la mugre que tiene en las rodillas del pantalón, usted que es tan pulcro, cae de maduro que anduvo arrodillándose en alguna vereda.
Su explicación no me convenció en lo más mínimo, pero le seguí la conversación.
- Es que quise confirmar si además de las luces y la música, también hay aroma a sahumerio, allá, en la parte de atrás
-¿Y? ¿Lo pudo verificar? me preguntó, me pareció que con un cierto dejo de sorna.
- No. Sufrí una interrupción inesperada por parte de un amigo suyo.
Me miró con una sonrisa cómplice, y me dijo:
- Mire, Tordo: está claro, y confirmado por el Soldado antes de ingresar al galpón, que el conjunto de fenómenos auditivo-lumínico-olfativos que usted pudo verificar esta mañana, se extiende a toda el área que va desde la avenida hasta la calle del fondo, y tanto a nivel de la calle como en el primer piso.
- Bueno, si usted me hubiera informado que el Soldado ya se había ocupado de ese detalle, yo me hubiera ahorrado unos cuantos mangos que ahora me voy a tener que gastar en tintorería y en mandar a zurcir el saco.
- Es que usted no termina de entender que la investigación que estamos llevando adelante sólo va a culminar exitosamente si nos movemos como un equipo, en lugar de confiarnos en jugadas individuales.
Otra vez me estaba fastidiando con su léxico pretensioso, y en esta ocasión, casi asimilable al de un comentarista de fútbol.
- Está bien. Pero su agente secreto ¿le comentó algo acerca de las extrañas características térmico-texturísticas del famoso portón que da entrada al galpón? le pregunté, tratando de hacerle una cachada, imitando su forma rebuscada de expresarse.

Pero no pudo contestarme, porque en ese momento llegó Candela con la Hesperidina.
- Chicos: ¿les puedo cobrar, que ya estamos cerrando la caja?
Anchoa me dijo: - Yo invito, Tordo, mientras metía la mano en el bolsillo de la campera buscando el dinero para pagar.

Automáticamente giré la cabeza para mirar hacia el interior del local, y ví que Johnatan terminaba de acomodar las sillas dadas vuelta encima de las mesas, y agarraba el escobillón para barrer el piso.
El corazón empezó a golpearme fuerte en el pecho, y sentí como un vacío en la cabeza.
Miré la vereda de enfrente, cruzando la avenida, donde Cosme, el frutero, empezaba a desarmar las pilas de cajones de naranjas y manzanas.
Sentí cómo me latían las arterias del cuello y se me tapaban los oídos.
Levanté la vista, y ví el cartel del balcón del primer piso del instituto, que a esa hora próxima al mediodía debería recibir plenamente la luz solar. Se lo veía bañado por una luminosidad rojiza, provocada por el reflejo del sol que pegaba en los pisos más altos de los edificios de enfrente.
El pulso se me aceleraba cada vez más.
Johnatan salió del bar, se subió a su motito, y se despidió con un ademán de Doña Moderación, que estaba adentro, apagando las luces.
La vista se me empezó a nublar.
Cuendo el pibe pasó con la moto frente al kiosco de la esquina, saludó al canillita, que estaba guardando las revistas y los diarios.
Noté que la respiración se me había convertido en una especie de jadeo de animal aterrorizado.
Me dí vuelta y comprobé que en la otra esquina, la calesita estaba silenciosa, y a oscuras.
Pensé que en cualquier momento me desmayaba

Saqué mi celular del bolsillo y miré la hora: las doce y veinte del mediodía.

Me mandé la Hesperidina de un trago, y tomé coraje. Lo miré fijo a Anchoa, y me animé a hacerle la pregunta cuya respuesta no quería escuchar:
- ¿Qué hora tiene? Y cerré fuerte los ojos
- Las diecinueve y veinte, Tordo. ¿Se siente mal?

- CONTINUARÁ -

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10 comentarios:

  1. Recórcholis! esto da miedo y yo justo por irme a dormir,q lo parió

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  2. Digame doc, no será que en ese lugar se produce una curva en el tiempo ??
    Emma Peell. punto.

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  3. Y Candela? Y a Hesperidina? Y la moto???

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  4. Rayos, centellas y repámpanos... la Hesperidina produce alteraciones espacio/tiempo? O el protagonista se entretuvo demasiado husmeando bajo el portón? ¡Qué intriga!

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  5. Para mí que el secreto está en el callejón de atrás del bar, donde todo parece transcurrir más lentamente (http://elbardelacroze.blogspot.com/2010/03/23-vuelta-manzana.html)

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  6. Caballero nos han recomendado visitar su blog, las LoBocAs de Bs.As. lo hemos leído y realmente interesante como usa la palabra.
    Participará de nuestro concurso "la palabra escrita" por pedido de sus seguidores y SUERTE, el premio consiste en un enlace en cada entrada de nuestro blog durante un mes, Saludos!!!

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  7. ME GUSTA TU ESTILO!!! ESPERO PASES POR MI OSCURO, DEPRESIVO, TRISTE BLOG Y ME DES TUS MAS SINCERAS IMPRESIONES... GRACIAS!!! TE SEGUIRÉ

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  8. Sabor bueno tienen tus letras mezcladas con un relato muy bueno ....Saludos juntando palabras

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  9. es necesario que el tiempo no desaparezca entre nuestras ilusiones.

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  10. hoy se pasó con esos adjetivos compuestos y la mirada escrutadora de suricata! esa es la prosa que me gusta.
    Dale!

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